El Presidente de la República invito a asistir al zócalo el día 26 de febrero a las 11 de la mañana, por supuesto que en esta invitación comenta el señor Presidente que asistan al zócalo los que estén de acuerdo con la corrupción, y la pregunta es: ¿Quién o quiénes están de acuerdo con la corrupción?, la respuesta es simple y llana, ninguna persona en su juicio de razonamiento está de acuerdo con la corrupción, ya que es el peor lastre de una sociedad, es el clima putrefacto de algunos seres humanos que con el objetivo de hacer daño a las instituciones, a la sociedad y a la familia, se corroen, generando desastre social, político, económico y religioso, como lo que actualmente estamos viviendo los mexicanos en un clima de polarización entre los buenos y los malos o como decía aquel personaje “síganme los buenos”.
El 26 de febrero es el día de la medición de fuerzas políticas, ciudadanas y sociales entre dos actores que tratan de encontrar la verdad, unos representando al partido oficial del gobierno de la República y otros representando a los ciudadanos que luchan porque se respete el pensamiento libre y plural de manifestar sus ideas en la construcción de nuevas generaciones, con capacidad de desarrollar las facultades políticas, científicas y sociales del ser humano en un ambiente de respeto a la diversidad, tolerancia para encontrar la armonía y la paz social que poco a poco comienza a perderse en esta nueva transformación implementada por el gobierno de la República.
La visita al Zócalo en la Ciudad de México debe de mantener la cordura de los manifestantes para evitar las provocaciones de terceros en discordia que buscan distorsionar los objetivos de la marcha por la democracia, una democracia que le ha costado mucho a esta Nación, con pérdidas humanas, cuando en este país se establecía un orden controlado por el Estado que no admitía critica alguna en su contra y ocasionaba incomodidad ante el estatus establecido por el poder político; eran los años en que la voluntad del pueblo la decidía un solo hombre en Palacio Nacional, el pensamiento del presidencialismo revolucionario era rígido e imponía las condiciones para no dañar la estructura del poder político.
La democracia en esta Nación es un concepto de fuerza social, la misma se explica con el objetivo de establecer un proyecto que ofrezca las posibilidades de una sociedad plural y la participación ciudadana, en un espacio entre autoridad y gobernado, pero suficientemente dotado para un servicio a la comunidad, la misma está obligada a garantizar la libre expresión de las ideas, así como las demandas sociales, siempre manteniendo y canalizando respuestas en favor de la sociedad.
La democracia es un concepto firme y ciudadano que fortalece al Estado de Derecho, donde exige la conciliación de intereses diversos y aun opuestos en un proceso de negociación y aceptación de consensos, ya sean por las mayorías o por las minorías pero siempre buscando la solución a los conflictos sociales, políticos y económicos, así la democracia es contraria a los estados totalitarios, la misma restringe las libertades del ciudadano, pisoteando y humillando sus derechos, la confianza de la sociedad está en un país democrático.
*Profesor de Derecho de la Universidad de Guadalajara, Miembro de la Asociación Nacional de Doctores en Derecho. Capítulo Jalisco.
Correo: antonio_dejesus@hotmail.com