El término “lomilargos” era utilizado de forma despectiva en un inicio, pero con los años dejó de ser una palabra peyorativa.
México es conocido por ser un país rico en paisajes, ambientes, culturas y razas. Los diversos ecosistemas que se encuentran en este territorio sorprenden incluso a los viajeros más experimentados. Prueba de ello es el grupo conocido como los “lomilargos“.
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Inicialmente, el término “lomilargos” era utilizado de manera despectiva, aunque en la actualidad ha perdido su connotación peyorativa.
Este apelativo se refería a ciertos habitantes de los Altos de Jalisco, una región donde es común encontrar mujeres de ojos claros y cabello castaño o rubio, así como hombres altos, barbudos y con rasgos europeos. Este grupo étnico ha sido influenciado por una mezcla de ascendencia indígena, española y europea.
¿Quiénes son los lomilargos?
Según la tradición popular, se cree que sus raíces se remontan a un batallón de soldados franceses comandados por Bazaine, que se habría perdido durante la Intervención Francesa en esta área de Jalisco, y que habrían tenido descendientes con las mujeres locales.
Sin embargo, algunos historiadores y genealogistas argumentan que en realidad provienen de inmigrantes españoles que llegaron durante el periodo del Virreinato.
Esta comunidad ha construido sus propias comunidades que se caracterizan por su endogamia, es decir, por la práctica de matrimonios, uniones o reproducción entre personas de ascendencia común. Esto ha llevado a que los lomilargos mantengan una fuerte identidad cultural y una marcada preservación de sus rasgos físicos y tradiciones.
Curiosidades sobre los lomilargos
Los habitantes de la región conocida como los “alteños” prefieren utilizar este adjetivo para referirse a sí mismos. El término “lomilargos” surgió debido a la peculiar costumbre de los hombres de llevar los pantalones fajados más abajo de lo habitual, lo que creaba un efecto visual curioso de una espalda aparentemente más larga.
Si bien muchas familias de esta región han emigrado a ciudades más grandes como Guadalajara, León o Aguascalientes, donde han logrado prosperar, las zonas rurales de los Altos de Jalisco continúan siendo habitadas en su mayoría por los lomilargos.
A lo largo de las generaciones, se han dedicado principalmente a actividades ganaderas y agrícolas. Aquellos que permanecieron en las localidades donde llegaron sus ancestros son en su mayoría personas de campo, con una actitud sencilla, amable y de buena voluntad.
La historia de los lomilargos refleja la complejidad y la diversidad de las raíces históricas de México. A través de los años, diversas corrientes migratorias han dejado su huella en el país, contribuyendo a la mezcla cultural y étnica que lo caracteriza.
