Super Bowl LVII: ¿cómo se hace un balón oficial de la NFL? – El Occidental

Phoenix, Arizona.- El ovoide, el balón diferente con el que la NFL se distingue de otros deportes, requiere de un proceso muy preciso para armarse. Sus costuras llevan la emoción de todos los aficionados al futbol americano a otro nivel, pero ¿cómo se hace?

El proceso es llevado a las grandes empresas de balones, desde la oficial, Wilson, hasta otras muchas marcas que no se olvidan de fabricar este tipo de pelotas para todas las edades.

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EL INICIO

Desde un costurero, que debe de entregar los ovoides ya recortados, es como arranca todo. De 16.5 x 29.21, son las medidas oficiales para que se pueda llevar el proceso. Después de juntar dos caras diferentes, una en donde se encuentre la marca y la otra donde vaya el escudo de la NFL y la firma del comisionado, todo puede comenzar a ser ensamblado.

Con una máquina grande de coser, comienza todo. El especialista tiene medidos los espacios. La aguja entra y sale por todo el rededor del balón. El sonido de cómo se une solamente denota la emoción que llevará cuando vuele por algún estadio.

El balón queda bordado y se ve muy distinto a como será el resultado final. La parte interna es la que se puede ver, será en el siguiente paso en el que se observará todo como se tiene acostumbrado.

VUELTA Y ENFRIAMIENTO

Después del proceso inicial, el balón debe de ingresar en un refrigerador que ayuda a que el hilo sea lo bastante sólido para aguantar cualquier tipo de movimiento. Son de 10 a 15 minutos que se deja enfriar para comenzar el proceso de darle la vuelta.

Ya que todo está correcto, un poste sirve para darle la vuelta y dejar la parte de cuero por fuera. Algunos golpes, y la fortaleza del ensamblador terminan por hacer el resto. La vuelta se hace prácticamente del centro para la izquierda, es así como se logran ver los logos que llevan puestos y la firma del comisionado Roger Goodell.

A BORDAR

Después de que ya se puede ver la piel café de los balones, el momento de bordar ha llegado. Después de dejar que todo vuelva a su temperatura normal, una especie de agujeta es la que se prepara. Hecha de un plástico especial, muy acorde con lo que se puede ver en el balón, se comienza a pasar de un lado a otro las costuras de las que se toma el balón al momento de lanzar.

Uno a uno los huecos se llenan con la agujeta, que es pasada con una aguja grande que sirve para entrar y salir de cada orificio. Después de ir de un lado a otro, la cinta pasa por debajo de lo que ya se bordó para un mejor agarre y se aprieta al punto de que sea complicado si quiera moverlo.

El cierre de esta etapa se da, cuando el experto tiene en cuenta que no se moverá nada antes de entrar al último paso.

FINAL Y A VENDER

El último paso es un nuevo enfriamiento. Una máquina que se cierra de arriba y abajo le da la consistencia necesaria al ovoide para que su rotación, muy a su estilo, sea perfecta. Después de comprimirse, para que las costuras de fuera, como la central, no se muevan, el balón pasa a un proceso de examinación muy simple, un pase entre los presentes, al ver que no se mueve nada, todo llega a un stand donde comienza a venderse en un precio alrededor de los 89 dólares.

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Ese es el proceso completo del balón, el momento de disfrutar llega cuando los aficionados lo compran y lo llevan como parte del recuerdo del Súper Tazón.

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