En arcoíris o de un solo color en sus diferentes tonalidades, las sombrillas gigantes se apoderaron de las calles de la ciudad.
Por los cruceros es cada vez más común encontrar a vendedores ambulantes que aprovechan las altas temperaturas para ofrecer el que podría ser un producto de moda.
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De esa manera, las sombrillas que antes solo se veían en algunos puestos ambulantes, pero cubriendo al taquero o al vendedor de algún otro producto, ahora son el producto.
Los precios rondan entre los 290 y los 800 pesos, dependiendo del tamaño de la sombrilla y la calidad de sus materiales y están haciendo su agosto en pleno marzo.
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Esto, porque se acercan las vacaciones y tanto para ir a la playa a encajar la sombrilla en la arena frente al mar, como para poner en la cochera o en la azotea, sobran los interesados en comprar sombrillas gigantes en plena ciudad.
