El Covid-19 propició el alza en pacientes con alzheimer y lo revela a más temprana edad. Aunque no hay cifras en Jalisco, fue un factor determinante.
Un punto de riesgo, identificado en la etapa crítica de la pandemia por especialistas en neurociencias, fue la reacción inflamatoria que el virus Sars-Cov2 ocasionó en el cerebro después de la enfermedad y con deterioro cognitivo.
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El jefe del Departamento de Neurociencias del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Rodrigo Ramos Zúñiga, advirtió que a partir de los 60 años se presentan señales de alerta.
“Aunque los 65 años han sido considerados como la frontera a partir de la cual empieza a manifestarse una mayor cantidad de casos con este tipo de condiciones”.
Explicó que la causa es multifactorial como es una mutación genética, hereditaria, trisomía 21 (síndrome de Down), así como los hábitos de vida, accidentes, traumatismos, consumo de drogas, alcoholismo, diabetes, hipertensión, colesterol alto, obesidad no controlada.
“Son factores que no son la causa directa del alzheimer, pero sí pueden adelantar la fecha en la cual puede presentarse”.
Hay casos hereditarios en jóvenes de 20 y 30 años.
“Ha ocurrido en grupos familiares, muy específicos con alzheimer temprano, donde es clarísima la influencia genética de esta condición”.
Ramos Zúñiga, subrayó que al haber inflamación y lesiones en el cerebro, comenzó a observarse una predisposición a padecer alzheimer.
“Muchas personas empezaron a manifestar de manera más temprana, después de Covid-19 deterioro cognitivo, lo que habla de que haber tenido una enfermedad general o inflamatoria, puede adelantar la edad de aparición de un alzheimer que probablemente se iba a presentar a los 70 años”.
Sin tratamiento
Al no haber un tratamiento específico, indicó que han surgido fármacos que ayudan a mejorar la función cognitiva como es el uso de acetilcolina y, recientemente, se aprobaron anticuerpos monoclonales para tratar de bloquear la acumulación de la sustancia que afecta la función neuronal.
Sin embargo, la terapia vigente es que el paciente tenga un estilo de vida saludable, controlar y tratar de manera oportuna los factores de riesgo.
Exhortó a la población a evitar normalizar los olvidos en los adultos mayores.
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Por su parte, la geriatra del Hospital General de Occidente (HGO), de la Secretaría de Salud Jalisco (SSJ), Thalía Fierros, mencionó la importancia de acudir con especialistas para identificar los síntomas.
“En caso de una queja de memoria, acudir a una valoración integral para tratar de ofrecer un diagnóstico certero, un tratamiento adecuado y seguimiento”.
Especialistas hacen una valoración gerontológica y geriátrica general, de acuerdo a los resultados realizan pruebas de screening, estudios de imagen y de otro tipo para valorar la salud cognitiva del paciente.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) se pronuncia por un envejecimiento social saludable, por estudiar y analizar el deterioro cognitivo para no omitir o subestimar los síntomas del olvido.
Los adultos mayores corren el riesgo de presentar alguna enfermedad neurodegenerativa, que afectan la función cognitiva como es el síndrome demencial, entre estos, el alzheimer.
En México, se estima que un millón y medio de personas tiene alzheimer, quienes requerirán de cuidados específicos. Este trastorno, destruye la memoria y evoluciona lentamente: perturba la función ejecutiva y la memoria; hay cambios en la conducta, emociones y, en la última etapa, inician las limitaciones, autonomía e independencia.