Uno de los vehículos más populares del mundo es el vocho, ese pequeño auto fabricado por Volkswagen del que prácticamente cualquiera que es mayor de edad tiene algún recuerdo.
Y es que si no viajaron a bordo del vocho, por lo menos conocieron a alguien que les contó una aventura en el “vochito”, como le dicen con cariño al particular carro.
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Pero ¿sabías que en Guadalajara hay un parque dedicado a ese emblemático auto?
Se trata del Parque Juan Soriano, ubicado en la colonia Santa Cecilia, al oriente de la ciudad y muy cerca del Periférico y de los límites con Tonalá, donde una estructura metálica sostiene en las alturas seis vochos que pueden verse desde cualquier parte del parque, donde además hay algunos juegos infantiles, pista para correr y mesas y bancas para picnic.
Ahí quien llega no puede evitar tomar una fotografía o video, para compartir con quienes vivió la experiencia a bordo de un vocho, ese auto que a más de alguno una vez se le apagó y empujando entre varios volvió a encender y que fue motivo de “grandes paseos” dentro y fuera de la ciudad.
Hay quienes también recuerdan a los vochos por su particular sonido al encender, porque “parecía chiquito pero cabían muchos arriba” y sobre todo, por su carrocería, que sigue llamando la atención a chicos y grandes cuando los ven circular por las calles de la ciudad al carro en forma de escarabajo.
Un poco de historia sobre los vochos
En la década de 1930 la empresa alemana Volkswagen tuvo la idea de hacer un automóvil económico y ahí surgió el vocho, cuyo color original fue el negro y el vehículo en forma de escarabajo empezó a circular por el mundo a partir de 1938.
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Su producción se extendió por décadas y en México incluso hubo una planta que fabricaba vochos, ubicada en el estado de Puebla y así fue como el carro se popularizó en el país, donde por muchos años los vochos fueron taxis en la Ciudad de México.
Una noticia que conmovió al mundo fue cuando la compañía Volkswagen anunció en 2003 que los bochos dejarían de fabricarse y así los pequeños escarabajos trascendieron, convirtiéndose ahora en un clásico que incluso tiene un día para celebrarlo, pues a partir de 1995 los amantes y coleccionistas de vochos establecieron que el 22 de junio es el Día Internacional del Vocho.