¿Qué pasa con la diplomacia mexicana? – El Occidental

Cuando llegó al poder el Presidente Andrés Manuel López Obrador, muchos pensaron que sería un gobernante apegado a la izquierda, que podría innovar en la forma de hacer política y llamó mucho la atención el nombramiento de Marcelo Ebrard como Secretario de Relaciones Exteriores y de igual manera se pensó que por su experiencia, México podría retomar el liderazgo en América Latina, pero sobre todo tener una política exterior de altura, que posicionara a México nuevamente en el contexto global.

Hay que recordar que la política exterior mexicana llegó a ocupar un lugar importante en los años 70’s y 80’s, donde México sirvió como mediador en conflictos en países centroamericanos y eso generó una buena percepción e imagen de respeto hacia nuestro país, eran diplomáticos de carrera los que llevaban la diplomacia mexicana y no personajes cercanos o amigos al Presidente en turno, como ha sido desde hace algunos años.

Con la llegada de AMLO al poder y con el contexto que se vivía en América Latina del 2018 al 2020 se tuvo la oportunidad de que México se convirtiera en el líder latinoamericano por excelencia, considerando la llegada de nuevos gobernantes de izquierda, pero lamentablemente el Presidente de México ha afirmado que “La mejor política exterior es la interior”, lo que nos ha llevado a no tener un adecuado manejo de México en el mundo.

No sólo es política, también hay que ver el contexto económico global y a partir de ahí también tener una participación activa en el mundo o participar, influir e incidir políticamente en un problema continental como es el crimen organizado, pero a Marcelo Ebrard lo han dejado solo.

Decisiones como desaparecer ProMexico o ProTurismo generaron que México tenga una relación más compleja con el mundo en materia económica, desde la Secretaría de Relaciones Exteriores han hecho lo que pueden sin ser expertos, pero esa falla no ha sido la única, hemos caído como país en una división y conflictos en declaraciones por el tema migratorio con Estados Unidos y algunos países centroamericanos y más por lo ocurrido en Ciudad Juárez con los migrantes detenidos en un centro del Instituto Nacional de Migración y que hasta la fecha su titular no ha renunciado, sólo se anunció que será sujeto a una investigación por parte de la FGR, pero por otro lado también se ha generado una controversia fuerte en materia de seguridad y el tráfico de fentanilo con Estados Unidos y China, al parecer lo que no han entendido en las mañaneras es que no es lo mismo comunicarse con China o Estados Unidos, que comunicarse con Macuspana en Tabasco, para eso sirve y se aplica la diplomacia y la estrategia.

México perdió esa gran oportunidad de convertirse en un líder latinoamericano de gobiernos de izquierda y el recién llegado en Brasil, Lula Da Silva, en esta nueva etapa de gobierno ha empezado a operar para ello. En su primera etapa como Presidente, Lula fue un fuerte competidor en el escenario internacional y económico con Felipe Calderón, pero ahora parece que Brasil tiene la cancha libre para lograrlo, pues no es casualidad su reunión presencial con Joe Biden y su próxima visita a China, mientras que Andrés Manuel López Obrador organiza reuniones por Zoom para decir que “Cuba es un buen lugar para vivir”.

Veamos cómo transcurre el 2023 y 2024 para México y Brasil en el mundo, pero parece que México ya va perdiendo la batalla, porque a algunos que toman decisiones en política exterior les interesa más el 2024.

*Académico Universidad Panamericana

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