Construir un segundo piso en la avenida López Mateos no servirá de nada para agilizar la circulación, al contrario la va a incentivar, privilegiará a la clase pudiente y marginará a los usuarios del transporte público, señalaron especialistas durante el coloquio llamado “Segundo piso ¿Solución para Avenida López Mateos?”.
Puesto en la mira de la discusión pública el tema de la movilidad urbana hacia esa zona, las especialistas de la Universidad de Guadalajara, Adriana Inés Olivares González e Isabel López Pérez, mencionaron que ésta propuesta aún no oficial pero sí una alternativa que podrían considerar las autoridades del Estado, no tiene ningún tipo de estudio y no es la solución a un problema de décadas, además de que la experiencia en otras ciudades muestra que sólo provocan un mayor uso del vehículo y trasladan el problema de congestión a unos kilómetros adelante.
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Olivares González no dudó en señalar que con este tipo de proyectos son “una vialidad que solucionaría un problema a un sector económicamente pudiente de la población y dejaríamos otra vez en el abandono a toda esa gente que se mueve en el transporte público, porque las “periferias urbanas están habitadas normalmente por sectores de bajos recursos y éstos sectores se mueven en transporte público”, indicó.
Agregó que desde hace 25 años se han hecho diversos estudios en donde se concluye que los segundos pisos no son una solución al problema de la congestión urbana porque sólo se construiría una vialidad que resuelva el problema a un sector.
Isabel López Pérez, arquitecta e ingeniera industrial, mencionó que desde su punto de vista esta obra no traería ningún beneficio para la agilización de la movilidad de la zona, sobre todo si se toma en cuenta que la población de Tlajomulco y en especial de López Mateos se duplicó en los últimos 10 años, el municipio se convirtió en un dormitorio de los trabajadores de Guadalajara.
Además los datos indican que el problema no es reciente sino el “resultado de una serie de factores y decisiones que incrementaron la circulación vehicular, generando cada vez más tráfico no sólo en esta sino en otras vialidades.
Desde su punto de vista algunos de los elementos que contribuyeron para agravar esta situación fueron el aumento de autos ya que en el 2010 el área metropolitana tenía alrededor de un millón 700 mil vehículos en circulación y para el 2022 se incrementó a cerca de dos millones y medio.
Además el crecimiento urbano y disperso del área metropolitana provocó una expansión del área urbana sin control y entre 1980 y 2015 se duplicó la población, lo mismo sucedió con las zonas urbanizadas en carca del 200%, mientras que en el caso de Tlajomulco se impulsó la creación de fraccionamientos cerrados.
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Es decir se le dio privilegio al interés mobiliario sobre el interés público, no se tuvo la infraestructura adecuada, no se crearon los servicios públicos necesarios, espacios públicos ni estrategia de movilidad adecuada.