Cultura de Paz, Navidad y Año Nuevo – El Occidental

Dr. Blas Jasso Hinojosa / Psic. Delia Pérez Guerrero

Una de la percepción reductiva pero válida de nuestro entorno, es que los seres humanos nos movemos en dos dimensiones, una realidad objetiva y una realidad existencial. Por realidad objetiva, podríamos aducir todo aquello que concebimos de manera material, por ejemplo, lo que vemos, sentimos y palpamos. Y la realidad existencial sería aquella que no podemos percibir a simple vista o no podemos constatar, pero que se puede manifestar y expresar, por ejemplo, las emociones, las historias, los recuerdos o los intereses de una persona.

Refiriéndonos a la dimensión objetiva, señalamos un ejemplo: la vida académica tradicional, centrada en el conocimiento bancario y de repetición, donde el valor de la persona se encuentra a partir de aquello que sabe y de aquello que tiene; no nos enseñaron a formarnos en las emociones, en los sentimientos o en las cosas intangibles, ya que estas cosas eran concebidas para personas que no se encontraban en el mundo de la “objetividad”. Hoy nos percatamos que esos valores intangibles asumen especial relevancia, desde el momento en que no sabemos cómo actuar frente a ellos, que es posible que impacten en la vida emocional y personal de un sujeto, es posible que rompan su equilibrio a tal grado que se pueda pensar en ideaciones suicidas.

La vida objetiva en la cual nos educaron, es una de las principales causas de las depresiones y algunos trastornos emocionales. Nos inculcaron los conceptos del éxito y a centrarnos en la obtención de bienes materiales, de conocimientos “científicos “y aparentes logros de “poder”. Hoy nos damos cuenta que las personas que poseen bienes materiales en exceso, al carecer de experiencias existenciales, no encuentran el menor valor a sus bienes económicos, a su conocimiento, si es que no tienen en un sentido trascendental de su vida.

Los valores existenciales hasta hace algunos años, nos hicieron creer que solo eran para religiosos, humanistas o filósofos. Hoy nos enfrentamos a un mundo donde las ciencias se encuentran en un proceso epistemológico de transformación, donde los paradigmas que en algún momento fueron disciplinares, ahora deben ser interdisciplinares y multidisciplinares, el conocimiento ya debe ser transversal, es decir, que aquellas cosas que considerábamos poco “objetivas” y no científicas” se están convirtiendo en una necesidad de la humanidad, ya que a partir de la pandemia debemos utilizar aquellas habilidades intangibles que no nos enseñaron a controlar ni entender.

En este año venidero, es fundamental saber distinguir el “Yo” real del “Yo” ideal y equilibrarlos de una manera sana. Poder distinguir cuando ambas entidades caminan de manera separada o de forma equilibrada, las consecuencias de no poder discernir esto, encaminaría a una persona a experimentar emociones destructivas que podrían terminar, como ya lo señalábamos, en trastornos emocionales. Mientras el Yo real se basa en la objetividad y lo pragmático de las cosas, el Yo ideal busca satisfacer emociones y cerrar ciclos de vida que se encuentran inconclusos, es decir, busca satisfacer ideas inconscientes, que son válidas en la historia personal de cualquier individuo, mientras estas no se traduzcan en situaciones reprimidas y quieran ser resueltas por medio de conductas patológicas.

Si no se maneja adecuadamente esta situación, las personas pueden pensar que la mejor manera de satisfacer dichas necesidades es a través de compras compulsivas, una búsqueda enfermiza de la aceptación en las redes sociales, los juegos obsesivos, la promiscuidad sexual, la mitomanía, el síndrome napoleónico, el síndrome narcisista de la personalidad, el ejercicio del poder sobre otros, el terror a la soledad, las drogas o el alcohol sin medida; convirtiéndose en malabaristas de los discursos motivacionales, orillándolos a intelectualizar las emociones y a racionalizar las experiencias.

Podríamos decir que la Cultura de paz es un equilibrio entre la vida material y la vida existencial en los seres humanos, por ello se vuelve una prioridad su ejercicio en este próximo año que inicia.

En el ejercicio terapéutico y en la difusión de la cultura de la paz, con más de 20 años con pacientes de diferentes sintomatologías, parejas, trabajo en el área de la tanatología y pacientes suicidas, hemos trabajado los siguientes pasos para alcanzar metas establecidas y lograr el equilibrio entre la vida existencial (el Yo ideal) y la vida objetiva (el Yo real), experiencia que nos permite proponerte algunas metas o desafíos concretos que puedes aplicar a tu vida y que seguramente traerán beneficios inmediatos que podrás identificar tú y tus seres queridos:

1.- Tus metas deben ser realistas y alcanzables. 2.- Evita poner tus metas en función de las necesidades y expectativas de los demás. 3.- Pídele a una persona que le tengas confianza, te narre las cosas en las que tienes buen desempeño. 4.- Prioriza poner atención a quienes viven una vida feliz y plena. 6.- Evita intentar convencer a tu enemigo, porque a un enemigo jamás lo vas a convencer y un amigo jamás te pedirá explicaciones. 7.- Tus metas divídelas en pequeñas partes y plazos. 8. Aprende a observar los detalles quete rodean. 9.- Hazle caso a tu intuición. 10.- Practica la apertura intelectual, “el mapa no es el territorio”. 11.- Tú eres el resultado de la comunicación que generas, las personas que se acerquen a ti son el resultado de lo que comunicas. 12.- Fomenta el autocuidado.13. Aprende a distinguir todos esos discursos “motivacionales” y creadores de “falsas realidades” o discursos de “éxito y autorrealización” y acércate con profesionales de la Salud Mental.

14.- Fortalece tus vínculos emocionales, tanto familiares, personales y laborales.

Intenta aplicar al menos uno de estos puntos a tu Yo real para engrandecer tu Yo existencial.

Feliz Año Nuevo, es nuestro deseo sincero.

Psic. Delia Pérez Guerrero. Psicoterapeuta, especialista en Escuchas de Niños Niñas y Adolescentes, participó en la construcción de la Ley de Cultura de Paz del Estado de Jalisco. Nombrada Embajadora de Paz por la Defensoría de los Derechos Universitarios de la Universidad de Guadalajara y nombrada Embajadora de Paz por el Instituto de Justicia Alternativa del Estado de Jalisco

Correo:deliaperez0911@gmail.com

Dr. Blas Sergio Jasso Hinojosa. Psicoterapeuta y Perito en Mediación. Participó en la construcción de la Ley de Cultura de Paz del Estado de Jalisco. Nombrado Embajador de Paz por la Defensoría de los Derechos Universitarios de la Universidad de Guadalajara y nombrado Embajador de Paz por el Instituto de Justicia Alternativa del Estado de Jalisco

Correo: blasjaso@yahoo.com.mx

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