¡Arriba el Atlas! Los rojinegros remaron contracorriente, con un Jalisco entregado, lograron la hazaña que parecía complicadísima ante los Leones del Olimpia, 4-0 final, 5-4 global.
Julián Quiñones fue el protagonista en una noche que recordó a aquellos tiempos de Diego Cocca. Doblete del colombiano encaminó la victoria, que se confirmó con las dianas de Ozziel Herrera y Aldo Rocha.
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La urgencia hizo al rojinegro protagonista desde el inicio del choque. La ilusión siempre estuvo en la grada. El Jalisco, lejos de su mejor entrada, vibró con los rojinegros que creyeron en la proeza.
Quiñones fue protagonista desde el comienzo. Julián mostró que la gente estaba más de su lado que de las palabras de Benjamín Mora respecto al no querer iniciar en el juego de ida. El 33 comenzó como el organizador del juego, supo orquestar a La Academia con pases interesantes que Herrera y Lozano no pudieron concretar.
No habían pasado ni 10 minutos y Olimpia ya perdía tiempo. Sus jugadores se tiraron con el afán de romper el ritmo del último bicampeón mexicano. García fue primero, después Menjívar y hasta Pinto, todos tardaron al menos un par de minutos en levantarse. La intensidad comenzó con entradas duras de los felinos. Quiñones se llevó un recuerdito, el árbitro no lo señaló y Rocha le dejó una plancha a Bengston que parecía roja. El capitán sólo vio la amarilla mientras que las bancas se vaciaron listas para pelear.
Atlas sólo se encendió con la afrenta a su estrella. Barbosa y Reyes parecían extremos, mientras que Furch y Quiñones peleaban con férrea central hondureña.
El gol por fin llegó. Beckeles despejó mal, el Hueso Reyes recuperó cerca del área, mandó un centro como con la mano que Quiñones remató para levantar al Jalisco. ¡Gol del Atlas!
La caldera se encendió de inmediato. El Coloso de la Calzada Independencia creyó en la gesta. Los catrachos reaccionaron por los gritos de Troglio, el descanso llegó con los tapatíos en búsqueda de la heroica.
La vuelta al campo fue muy grata para la gente. La astucia del bicampeón del pasado año futbolístico regresó. En la cancha se observó un equipo parecido al del actual DT de la Selección Mexicana. Quiñones siguió con su picardía; Furch ganó todo por los cielos y Rocha mostró carácter en la zona de escudos. La anotación de la esperanza cayó. El Tincho Nervo ganó en un tiro de esquina, el área catracha se llenó de piernas, el más vivo fue Herrera. Ozziel prendió el balón con rencor, la red se movió ante el júbilo del estadio mundialista.
Atlas estaba a uno. El escudo rojinegro latió en el líder del equipo. Aldo Rocha volvió a demostrar el porque ya puede ser considerado una leyenda del club. Un zapatazo impresionante salió del pie derecho del 26. El palo evitó la anotación, pero Aldo no dejó de pelear, ante el desconcierto hondureño, cazó el rebote para firmar la remontada.
Olimpia se quedó sin garra, los hondureños no aparecieron más. La reposición confirmó a Quiñones como el futbolista más explosivo de los tapatíos. Robó y tocó para Trejo, con una pared, Julián quedó solito y no lo desaprovechó.
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No hubo más en el Jalisco, Atlas sacó el orgullo y se metió entre los ocho mejores equipos de la Concacaf.
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