Para cumplir con la costumbre de cada lunes, este 2 de enero, primer lunes del año, miles de personas acudieron al templo de San Nicolás de Bari, para pedir que en su negocio o vida profesional, les vaya bien.
Con veladoras en mano, hicieron fila de casi una hora para cercarse a la reliquia del santo nacido en Turquía y a quienes sus devotos piden para obtener un buen trabajo, para tener suerte en los negocios o para alcanzar el éxito profesional, principalmente.
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Algunos solos y otros acompañados incluso de la familia, llegaron a escuchar misa, cuyas intenciones iniciales hicieron hincapié en algunas empresas en particular y luego de la ceremonia, decenas de creyentes cumplieron con la tradición de acercarse al altar para orar frente a la imagen de San Nicolás de Bari.
Recibieron agua bendita en sus veladoras, en algunas de sus pertenencias, como las carteras, las llaves de su casa o sus autos y agradecieron el haber iniciado un año más.
Después de misa, a los antojitos
Después de pedir, como también es ya una costumbre entre algunos de los tapatíos, no faltaron los antojados que buscaron “una guzguera”, pues si algo hay en “San Nico” es qué comer.
Y es que en los alrededores del templo son muchos los puestos de comida que asemejan a una kermés, ya que puedes encontrar desde salchipulpos y papas a la francesa, hasta un plato de pozole, pasando por supuesto por los lonches de pierna, los tamales, los hot dog y los elotes, con una cantidad de salsas y acompañamientos que en pocas partes de la ciudad se encuentran.
Y qué decir del puesto de aguas frescas que también tiene una amplia variedad de sabores, así como los infaltables en la ciudad: la jericalla y el tejuino, que distinguen a Guadalajara.