Tras una situación de emergencia, no sólo de seguridad, en las zonas turísticas de Jalisco, se aplican desde la Secretaría de Turismo una serie de protocolos para reactivar los destinos tal como ha sucedido en Mazamitla y así lograr que continúe el flujo de visitantes señaló la titular de la dependencia Vanessa Pérez.
Por eso más allá de ver los efectos adversos, lo que se pretende es que el ritmo de visitantes no baje de manera considerable y se tengan efectos negativos para los destinos, es por eso que no se cuenta con datos concretos sobre baja de turistas tras un incidente violento.
Te recomendamos:
“Más allá de cómo ha sido afectado es cómo reaccionaremos ante ciertas circunstancias y dentro de las responsabilidad de la Secretaría está el establecer el protocolo de crisis, derivado de cualquier tipo de incidente que se pueda dar”, incluidos los de tipo médico o por desastre natural.
Puso como ejemplo lo ocurrido en Mazamitla en los últimos meses del 2022 en donde las agresiones violentas entre grupos antagónicos de la delincuencia eran constantes y ahí se actuó conforme a este protocolo de crisis en donde se contempla llevar a cabo una serie de actividades en el destino en colaboración con otras dependencias, incluida la de Seguridad Pública.
“Establecimos un protocolo muy específico por los incidentes, tomamos acciones junto con la Coordinación de seguridad que estableció las estrategias que a ellos les corresponden” pero desde la Secretaria de Turismo se desarrollaron contenidos en el espacio público para atraer visitantes y tenerlos cautivos, Coordinación con los prestadores de servicios con las áreas de seguridad y eso sirvió para terminar el año con números positivos.
Al ser cuestionada si se tiene un impacto de reducción de visitantes la funcionaria mencionó que no es igual que en la pandemia en donde se vieron los descensos al restringir la movilidad pero “en términos de seguridad no hay un porcentaje específico y no sería real” porque no se mide igual y porque se aplican las acciones de atracción.
El año pasado una de las fechas de mayor tensión en ese municipio fueron las fiestas patrias las cuales se suspendieron ante este tipo de situaciones y en donde la presencia inmediata de unidades de la policía estatal o de otras dependencias fue clave para que el pánico no fuera la constante y los visitantes pudieran disfrutar su estancia en este sitio.