¿Para qué sirve la política social? – El Occidental

Sin duda, en México y en la mayor parte de América Latina, las personas luchan todos los días para encontrar tranquilidad, pero en el camino se encuentra con infinidad de obstáculos.

La falta de empleo y, cuando lo tienen, sin un ingreso justo y suficiente; la ausencia de buenas escuelas en sus comunidades, donde la educación realmente sirva para generarse oportunidades, o de servicios de salud que le permitan cuidarse o cuidar a su familia son algunas de estas piedras en el camino.

A veces las personas no tienen una vivienda adecuada, o en donde están no llegan comida variada y nutritiva, y la que llega les resultan imposibles de pagar. Y todas estas carencias son el caldo de cultivo en el que se alimenta y crecen la violencia.

Por eso, cuando me preguntan qué haría para acabar con el crimen que tanto daño nos hace como país, lo primero que siempre digo es: trabajar más, mucho más, en la política social.

Todo el trabajo que se hace desde el gobierno, ese que me apasiona y que realizo todos los días con mucho compromiso, sirve precisamente para cambiar las historias de vida de miles de personas, para que los menos afortunados puedan escapar a sus carencias y así, todas y todos, podamos hacer la paz.

¿Qué cómo lo estamos haciendo? Integrando y coordinando a todas las áreas del gobierno que pueden ayudar a combatir cada carencia –salud, educación, obras públicas, agricultura y desarrollo rural, desarrollo económico, deporte, igualdad sustantiva, obras públicas, etcétera— y escuchando a la gente, a las organizaciones de la sociedad civil, a las universidades, a los empresarios, a todos los actores de la comunidad, para hacer una gran alianza y resolver los problemas.

No suena fácil y no lo es. Se necesita mucho compromiso y mucha vocación, porque algunos creen que Jalisco es nada más el centro de Guadalajara, ni siquiera sus barrios y colonias, y no se salen de ese guion, ahí creen que lo pueden ver todo.

La verdad es que cada rincón del estado vive una realidad muy distinta, porque no se trata solamente de poner atención al dinero que tiene cada familia, sino de entender qué son las cosas que les faltan y que ni teniendo ingresos pueden obtener.

Por eso es importante ir a cada comunidad, platicar con la gente, no una o dos veces, muchísimas; para después ofrecer ese programa, esa ayuda que necesitan con mayor urgencia.

A veces lo que se necesita es un comedor comunitario, a veces es una feria de salud, en otras se trata de garantizar que puedan contar con sus medicamentos.

Hemos encontrado que muchas personas solamente necesitan un empujoncito, una ayuda, para poder poner emprender un negocio para que pueda tener los ingresos que le faltan; o que se necesita hacerles llegar agua potable hasta su casa,

En muchas comunidades, lo que se necesita son espacios seguros –parques, unidades deportivas, calles limpias e iluminadas—para que la gente vuelva a convivir con sus vecinos y le arrebate el control a los delincuentes, impulsando mejor las actividades deportivas, artísticas y culturales.

Todo esto lo abordamos con los programas sociales del Gobierno del Estado. Así es como estamos cambiando vidas y, de pasada, consiguiendo un Jalisco de paz. Para eso sirve la política pública y por eso me gusta tanto hacer este trabajo.

*Secretario del Sistema de Asistencia Social

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