Conforme se aumenta de peso y de grasa corporal el riesgo de desarrollar alguna enfermedad crónica como diabetes mellitus, hipertensión, apnea de sueño y enfermedades del corazón es diez veces más que otra persona que no tiene sobrepeso y obesidad.
Para frenar este padecimiento y modificar los hábitos de alimentación y de actividad física, el cirujano de obesidad y enfermedades metabólicas Francisco Haro mencionó que hay diferentes tipos de tratamientos para pacientes con sobrepeso y obesidad moderada, entre estos el balón intragástrico que es un dispositivo totalmente ingerible.
Te recomendamos:
Explicó que una persona con 10 o 15 kilos sobre su peso sano y el Índice de Masa Corporal (IMC) se ubica entre un 25 y 30 por ciento tienen una alta posibilidad de regresar a su peso a través de un plan integral con especialistas en nutrición, médico y psicólogo para ayudar al paciente a reeducar su alimentación.
“El balón intragástrico es una herramienta muy útil, manejamos un programa llamado Allurion es un método completo, ayudamos a la persona a perder de 10 al 15 por ciento de su peso, es decir una persona que tendría que pesar 60 kilos y pesa 66 o 72 kilos sería una persona ideal para este tipo de programa”.
El especialista en medicina bariátrica señaló que en tiempo de cuatro meses con la ingestión directa del implante por parte del paciente se estaría reduciendo la capacidad del estómago de manera temporal para llegar al peso sano.
“El balón intragástrico se coloca a dentro del estómago con la intención de aumentar la saciedad, es decir que el paciente con menos alimento perciba que está lleno, no está ansioso por comer, esto va a retrasar un fenómeno que se llama vaciamiento gástrico lo cual indicará que el alimento durará más tiempo de lo normal en el estómago”.
Para Andrea Castillo Mariscal los hábitos de vida, de trabajo, los hijos, la edad y tener una rutina sin un plan de alimentación ni de ejercicio, trajo como consecuencia subir 15 kilos de peso sano, ha sido difícil bajar de peso como antes.
A un mes de colocarse el balón ingerible ha perdido cuatro kilos: “Me siento a gusto, he bajado muchas tallas, todo es un acompañamiento del doctor y de la nutrióloga porque me especifica cómo voy a alimentarme y me van acompañando en todo este proceso”.
La forma de colocación del balón intragástrico ingerible se coloca sin anestesia, cirugía ni por medio de endoscopia, detalla el doctor Francisco Haro: “Hay una cápsula pequeña que viene anclado a un tubo que es el grosor de un fideo, diseñada para ingerir; el paciente ingiere la cápsula y vamos a llenar el balón con un líquido especial; llegaremos a un volumen de 550 mililitros, tomamos una radiografía para confirmar que el balón está lleno y retiraremos el catéter”.
Te puede interesar:
Previo a este tipo de procedimiento la nutrióloga Andrea Sandoval expuso que antes y después el paciente debe someterse a un plan nutricional para lograr el objetivo de control de peso.
“Una vez que se coloca hay una etapa de poscolocación inmediata que dura de 24 a 72 horas, después hay una etapa de adaptación que dura dos semanas y finalmente la etapa que estamos buscando que es la reducción de peso, que es todo un proceso de educación de cambios de hábitos alimenticios y al final es dar seguimiento a los nuevos hábitos”.
El plan de alimentación para reeducar al paciente, comentó la nutrióloga, es de acuerdo con los objetivos y condición de vida del paciente con el fin de irse adaptando a su propio estilo y lograr su meta.
El éxito de este tipo de plan integral son los cambios de conducta del paciente en la alimentación saludable y actividad física a través del monitoreo de seguimiento de especialistas, en un plazo aproximado de cuatro meses el balón se desecha de forma natural sin riesgos.
En México se han colocado cerca de mil 500 balones gástricos con resultados altos en la pérdida de 10 a 15 por ciento del peso en total en su cuerpo.