Luciana Kaplan aborda el cine desde sus distintas áreas – El Occidental

MORELIA. Luciana Kaplan, directora, productora y guionista argentina, desde los cuatro años de edad radica en México, país donde ha desarrollado su camino en el séptimo arte. Egresada de la licenciatura de Dirección en el Centro de Capacitación Cinematográfica, ha sido apoyada por el Instituto Mexicano de Cinematografía (IMCINE) para sus proyectos.

“Para los cineastas el Festival de Morelia es un referente, es un punto de encuentro y una posibilidad para mostrar nuestras películas ante el público cinéfilo diverso, en donde encontramos a nuestros colegas que tienen un grado de importancia internacional y al nosotros presentar nuestras películas, hace que de alguna manera tengamos una repercusión fuerte, la posibilidad de que tu película se vea y tenga reconocimiento, es un gran currículum el estar presente”, dice en entrevista.

A raíz de las dos décadas de que se encendió por primera vez la pantalla del FICM para proyectar todo ese respaldo a la cinematografía nacional, ¿hay un antes y un después?, fue la pregunta a la que Luciana respondió: “Es una pieza fundamental en la muestra y la distribución del cine mexicano, yo no sé qué sería de nuestras películas si no existiera el festival, además es el único que tiene una sección únicamente para el documental mexicano. Nos da un lugar único a los documentalistas, esa es una de las grandes virtudes que ha diferenciado al FICM”.

Esta cercanía y cariño a este encuentro que celebra al cine no es gratuita, pues en las dos ocasiones que ha estado en el FICM, Luciana ha experimentado esa esencia de la que tanto hablan quienes han podido competir en el evento.

“He presentado dos películas, pero he visitado por lo menos cinco veces el FICM. La primera vez fue con Ambulante para presentar una beca, después con el documental La revolución de los alcatraces, y en 2017 presenté otro trabajo, Rush hour que ganó El Ojo al Mejor Documental”.

Directora, productora y guionista ¿cómo se ha logrado desenvolver en estas tres facetas? “Lo que pasa es que cuando uno estudia cine, realmente aunque quiera dedicarse a una sola función, uno aprende todos los rubros, yo no sé realmente si soy guionista, pero cuando uno es director de documentales, debe saber producir”.

Agregó: “También debe saber de cámara, sonido, edición, post producción, porque si no, realmente uno no tiene el control creativo de lo que está pasando en su película. Entonces los cineastas tenemos una formación un poco multidisciplinaria”.

El apoyo del IMCINE, y la llegada de Netflix

Con todos los recortes presupuestales a la cultura y cada vez menos apoyos y becas para sacar a flote los proyectos nacionales, Luciana ha tenido la fortuna de contar en repetidas ocasiones con el apoyo del IMCINE.

“Más que del IMCINE, he tenido apoyo del EFICINE que ha sido un respaldo muy importante para este país, la gran mayoría de las películas no se hubieran podido hacer si no se tenía este fondo. Debemos saber cómo llegar a pedir fondos y no depender de uno sólo, hay que diversificarse”.

Aunque la iniciativa privada ha jugado un papel importante en el respaldo a la cultura y por ende a la cinematografía nacional, Luciana Kaplan afirma que esto no quiere decir que las autoridades deban dejar de apoyar a los creativos.

“Bueno pues este llamado es hacia las autoridades para que recuerden que es muy importante que apoyen el cine independiente, el cine de mujeres por ejemplo, el cine de autor. Las instituciones culturales no dan ciertos apoyos como se daban antes, ya no vamos a poder hacer películas”, sentenció.

Las plataformas como Netfilx no se han convertido en aliados, pero tampoco una competencia, “yo no creo que sea una cosa o la otra. Lo cierto es que se ha abierto una puerta, una posibilidad para poder realizar otro tipo de proyectos ¿no? Hay mucho trabajo pero tampoco hay que pensar que es la única manera de contar historias. Con Netflix no se tiene la libertad creativa, ni escoger a su equipo, tiene limitantes y ellos ponen las reglas, entonces ¿dónde está esa libertad temática? Está bien que exista pero eso no quiere decir que haya otras formas para llevar y producir las historias”.

La vocera, la Presidenta de México que nunca pudo ser

En 2020 se cristalizó la proyección de La vocera, su más reciente trabajo en la pantalla grande que presentó en el Festival Internacional de Cine en Guadalajara.

“Esta cinta es la historia de María de Jesús Patricio Martínez, quien fue la primera mujer indígena apoyada por el Consejo Nacional Indígena, para ser candidata presidencial en las elecciones del 2018 en México, entonces es ese caminar por las comunidades”.

El hecho histórico quedó retratado en el cine, y aunque fue compleja la posibilidad de aparecer en las boletas, “esto abre una cantidad de historias de lo que sucede hoy en día en todas las comunidades indígenas. Ahí se vio reflejado ese racismo, clasismo y esa mirada condescendiente, en este proyecto se muestran diversos temas de la situación de México, es una película sobre la lucha del territorio”.

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Sin embargo admite que México no está listo para tener una presidenta. “Es un país tremendamente machista, no sé qué es más difícil, que voten por una persona de una comunidad indígena, hombre o mujer, o por una mujer aunque sea blanca, eso sería interesante planteárselo. Más que si estamos preparados para que una mujer nos dirija el hecho es ver si lo van a permitir, el hecho que una mujer llegue”, enfatizó.

Finalmente adelantó que está trabajando en una nueva cinta. “Es un largometraje documental con algunos tintes de ficción, esa mezcla de varios formatos. Se llama Tratado de visibilidad es una película que es una reflexión sobre la invisibilidad que viven en espacios públicos en la Ciudad de México, es un retrato de varias voces”, concluyó.

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