Sofía Morgenroth y Fabiola Briseño | Columnistas invitadas
Ser incapaz de leer una sola palabra que sale de nuestra boca, es el nuevo problema que surgió a raíz de la pandemia de la COVID-19, debido al uso del cubrebocas.
Este es el tema principal que trae a flotee María Nazaret García, una joven activista que padece de hipoacusia, discapacidad que no permite a la persona escuchar del todo su entorno, solo hasta cierto porcentaje. “Nuestros requerimientos son muy diferentes a la Comunidad Sorda, ellos luchan por la Lengua de Señas Mexicana (LSM) y nosotros por un mejor acceso a latecnología auditiva, cubrebocas transparentes, entre muchas otras cosas.”
Así nos dice María que también nos relata sobre cómo incluso la comunidad con hipoacusia sufre de discriminación no solo por parte de la sociedad en general, sino de propias comunidades que también sufren discriminación por tener una discapacidad, haciendo así que la hipoacusia seaminimizada.
Esto sucede en vista de que instituciones y la propia sociedad no los llegan a considerar parte de la comunidad que tiene una discapacidad auditiva, a pesar de que ellos requieren de terapias de lenguaje para una buena oralización. Tener una discapacidad siempre conlleva tener alguna desventaja en nuestra sociedad mexicana.
En México existen más de 7 millones de personas con discapacidad de acuerdo con cifras de Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) en su reporte de este2021, de los cuales 1,350, 802 son aquellos que tienen discapacidad auditiva, lo que incluye a aquellos que requieren de un aparato para poder hacerlo, es decir, personas con hipoacusia.
María de hecho no minimiza la problemática que tiene la comunidad sorda, también la ve muy válida, pues ellos de igual manera luchan por que su forma de comunicarse sea más visibilizada, ya que buscan la inclusión por medio de la Lengua de Señas Mexicana.
Cabe resaltar que en todo el país solamente residen 40 personas certificadas como intérpretes de LSM según el portal de noticias de Mujer Ejecutiva.
La discriminación, el problema de la comunicación y la falta de apoyo a los problemas que surgen día con día para la comunidad con hipoacusia a llevado a María y otros hipoacúsicosa crear su propia comunidad llamada: Comunidad Mexicana de Hipoacúsicos.
Esta comunidad busca mucho más que solo tecnología auditiva, es el reconocimiento como parte de la diversidad de discapacidad auditiva con sus propios requerimientos para llevar una vida digna en México.
Para crear espacios que promuevan la inclusión tanto las compañías como las personas debenhacer esfuerzos de su parte, es por ello que cuando empresas como Idélu, que no solo a través de sus valores buscan la inclusión, sino también a través de sus productos como lo es Sprooch (primer juego de mesa incluyente creado por la mexicana Sofia Morgenroth), hacen que ser incluyente en nuestro país se vuelva cada vez más una realidad y que la comunicación deje de ser un muro al momento de comunicarnos.
Poco a poco México se acerca a la inclusión, especialmente por personas como María que luchan por sus derechos y no se detienen hasta conseguir su objetivo. Para saber más sobre las iniciativas de María y también sobre Idélu, les invito a seguirlas en sus redes sociales: @Idélu_diversiónincluyente @Maríanazaretgarcía.
