Estudiantes de Veracruz toman clases en falda para visibilizar la violencia de género – El Occidental

En un hecho inédito en Xalapa, Veracruz, algunos estudiantes y profesores de la Facultad de Derecho de la Universidad Veracruzana asistieron a clases con falda, no como un acto de rebeldía, coinciden, sino como un experimento social que propicie la reflexión.

“Es en esta Facultad donde más se deberían promover los derechos humanos y de donde más deberían salir este tipo de iniciativas, pero no suele ser así. Es una Facultad sumamente conservadora”, expresa en entrevista el académico Arturo Hernández Abascal.

Convocatoria reitera la importancia de hablar de inclusión, de las mujeres y la comunidad LGBT+

 

 

Con falda roja estilo escocés, el catedrático de la experiencia educativa Introducción al Amparo explica que la convocatoria surgida en su clase por estudiantes busca romper la inercia en la cual la Facultad ha caído desde hace muchos años.

“Es momento de sentirnos orgullosos de promover los derechos de las personas, de hablar de inclusión… La vestimenta no tiene género, es una construcción social”.

Históricamente –expone– el hombre ha usado más falda de lo que no la ha usado, y las mujeres la han dejado de usar, porque están más expuestas al acoso.

“El comportamiento de los hombres dice mucho del machismo, porque habrá quien acose a una mujer pero también, si ve a un hombre con falda, se burlará de él y hasta podría atacarlo” , es uno de los comentarios surgidos en aula.

Más allá del número de estudiantes que se presentaron con falda, el doctor en Derecho Constitucional reitera la importancia de hablar de inclusión, de las mujeres, de la comunidad LGBT+ y los constantes acosos y burlas a los cuales se enfrentan.

Acciones afirmativas

La Universidad tendría que tener un ambiente donde los derechos humanos fueran lo común, lo cotidiano, no la noticia, opina el profesor, quien cuenta con el apoyo del docente Irving Bonilla.

También con falda, a juego con su saco y corbata, el maestro considera que las instituciones se deben sumar a las acciones afirmativas para visibilizar la violencia de género, la ruptura de estereotipos y el binarismo extremo hombre-mujer.

“El acoso, la misoginia y la discriminación son conductas normalizadas dentro de la sociedad mexicana; lo vemos en los comentarios en redes sociales surgidos por la convocatoria: muestran que falta romper con esos estereotipos que se nos han enquistado”.

“Me parece muy bien que este ejercicio haya surgido de estudiantes de Derecho, personas que más adelante serán quienes defiendan, garanticen y promuevan los derechos humanos”, declara.

Álvaro Arroyo, estudiante de 21 años que decidió usar una falda roja, cree que es necesario hacer conciencia: “Vamos a cambiar el chip, ver hacia el pasado y el presente. Es absurdo, pero en 2022 seguimos viviendo en una sociedad machista”.

Javier Hernández no usó falda pero se pronuncia por espacios seguros y donde se respeten las ideas y decisiones de los demás, en tanto Pilar Badillo, egresada de la Facultad, apunta que la crítica al racismo y la discriminación, así como la violencia de género, son temas de minorías.

“Por eso que no caminamos, es por eso que la sociedad no se transforma. Se debe actuar porque no es un tema de una minoría, como nos han hecho creer en este extraño sistema de clasificación. La violencia hacia las mujeres y a la comunidad LGBT+ importan. Hay una estructura que desmontar. La discriminación es violencia”, enfatiza.

La licenciada en Derecho añade que “es importante transformar a la universidad transversalizando todas las acciones y actitudes hacia la igualdad de género, la prevención de la violencia y la construcción de nuevas masculinidades”.

Publicado originalmente en Diario de Xalapa

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