Luego de que mujeres policías de Guadalajara reprimieron la manifestación de integrantes del Colectivo Luz de Esperanza la mañana del viernes, el Partido Hagamos emitió un comunicado pidiendo a las autoridades municipales y estatal que frenen las agresiones e intimidaciones contra las personas que se encuentran en la búsqueda de un ser querido.
Integrantes Luz de Esperanza bloquearon un carril de la calzada independencia frente a las oficinas de la Fiscalía de Especializada en Persona Desaparecidas, para exigir la localización de los hijos de la señora Azulema Yadira.
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Cuando se disponían a cerrar un segundo carril, las elementos de la Secretaría de Seguridad comenzaron a discutir y agredir a los manifestantes incluyendo a personas de la tercera edad, según señala la fundadora del colectivo Liliana Meza.
Ante los hechos violentos registrados la mañana del viernes, el partido Hagamos dijo que la criminalización a las protestas sociales sigue siendo la marca de este gobierno que lejos de ser sensible ante las personas que buscan a un familiar, los elementos y recursos destinados a garantizar la seguridad son destinados para intimidar y golpear a las y los jaliscienses.
En el comunicado del partido Hagamos se recuerda las acciones que los gobiernos del estado y municipales ha realizado para desestimar las búsquedas, recordaron que el gobernador Enrique Alfaro criminalizó la búsqueda de familiares al señalar que se trataba de un delito por la exhumación ilegal y la intimidación que recibieron las madres buscadores de Sonora por parte de la policía de Tlajomulco.
Ante los hechos mencionados y los de este viernes por la mañana, el partido Hagamos exhorta a las autoridades a dejar de atacar a las personas que buscan a un familiar o ser querido y que el gobernador Enrique Alfaro se muestre sensible y muestre resultados que abonen a la localización de personas desaparecidas.
La fundadora del colectivo Luz de Esperanza Lilian Meza, dijo que presentarán una queja en la Comisión Estatal de Derechos Humanos por las agresiones que sufrieron ellas y sus compañeras.
Lo anterior, por la agresiones que recibieron cuando realizaron una manifestación pacífica que sólo tenía como objetivo visibilizar el grave problema que existe en Jalisco de personas desaparecidas y que ha colocado al estado en el nada honroso primer lugar a nivel nacional de víctimas de desaparición forzada.